lunes, 22 de marzo de 2010

¿Lobby o Periodismo?   


En una nota sesgada, mi colgela Adrián Simioni, periodista de La Voz del Interior (Clarín) respaldó el incremento tarifarío del 28% que solicitó la empresa Aguas Cordobesas (Roggio) a La Provincia. En ella, Simioni abiertamente ocultó  una lista de hechos relacionados con esta polémica concesión cuestionada por múltiples sectores.  

Por Lázaro LLorens.
Este viernes, en medio de fuertes cuestionamientos, el ERSEP llevó adelante una acalorada audiencia pública para incrementar en un 28% la tarifa de agua. Según se expuso, de ese incremento, un 10% será para compensar a la empresa Aguas Cordobesas por mayores costos en el servicio. El 18% restante para  financiar la instalación “selectiva” de 70 mil medidores, inversión que según el contrato original debía ser costeada por la empresa concesionaria.

En un abierto espaldarazo a esta iniciativa, hace unos días, el periodista de la Voz el Interior -Clarín- Adrián Simioni, Jefe de la Sección de Economía, escribió una nota defendiendo a capa y espada este nuevo incremento en al tarifa del agua, que será el séptimo en memos de dos años. Para justificarlo, mi colega, desliza una serie de segados argumentos, que parecen provenir no de la pluma de un periodista ecuánime e independiente, sino de Don Aldo Roggio presidente y dueño de la empresa Aguas Cordobesas.

La nota lleva el tituló “Pensar en el agua para no hacer agua” (http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=591760). Fue publicada en La Voz del Interior el 18 de febrero del 2010.  En ella, para convencer a sus lectores de que el aumento en ciernes es muy justo, Simioni brinda los siguientes razonamientos:


  • “Se plantea una suba tarifaria y un cargo fijo específico de 18 por ciento extra destinado a financiar la colocación de medidores, que la ciudad necesita con urgencia para reducir el consumo por habitante, incompatible con la provisión de agua a mediano y largo plazo.”

  • “Va a ser un parche para un contrato que debió ser modificado tras la debacle de 2001. Y que nunca más volvió a la normalidad.”

  • “…desde la propia Aguas Cordobesas se admite, extraoficialmente, que con ese nivel de tarifas no se puede mantener con todas las de la ley la infraestructura y mucho menos ampliar el servicio de redes para cubrir el crecimiento vegetativo de la población.”

  • “…todas esas inversiones necesarias se las ha estado pateando para adelante con diversos acuerdos por los cuales, se supone, el Estado va determinando cómo financiar cada obra que se considera necesaria. Podría hacerlo de cualquier modo: autorizando nuevas subas tarifarias o subsidiando obras con plata de los impuestos, créditos o cargos fijos, entre otras alternativas.”

  • “Más allá de las discusiones ideológicas, sería bueno que los cordobeses debatieran en serio si están dispuestos o no a costearse lo que cuesta llevar agua limpia a cada casa, todos los días del año. Y si están comprometidos a que ese servicio sea sustentable en el tiempo.”

  • “Por si alguien aún no lo sabe, la factura promedio que cobra Aguas Cordobesas es de 28 pesos. Compare usted con lo que paga por cualquiera de los demás servicios que recibe en su casa.”

Como se puede leer, en ningún pasaje de la nota, mi colega Simioni da cuenta de una serie de hechos relacionados con el contrato concesión de Aguas Cordobesas. Hechos que resultan indispensable para saber si el aumento solicitado por la empresa concesionaria es apropiado o no. Enumero sólo algunos:

  • Desde el año 2006 a la fecha, computado este aumento que se avecina, Aguas Cordobesas casi logró duplicar  su tarifa de agua. Concretamente, con su infalible treta del gradualismo tarifario, en tres años Don Roggio logró elevarla en 96%. Por esa razón, un vecino que en el 2006 pagaba 14 pesos por el servicio del agua, hoy como apunta Simioni paga “tan solo” 28 pesos.

  • A pesar de duplicar su tarifa, desde el 2005  a la fecha, Aguas Cordobesas no realizó ningún tipo de inversión; de ningún tipo. Se abocó exclusivamente a realizar tareas de mantenimientos preventivos. Lo cuestionable es que, cuando aun hoy existen en Córdoba barrios sin  red primaria de agua, la primera inversión que realizará la empresa de Roggio, con plata de los vecinos, es la colocación de 100 mil medidores.

  • Como si fuera poco, Aguas Cordobesas, no solo duplicó la tarifa de agua en dos años, no realizó inversiones, sino que además recibió de la Provincia, subsidios por 20 millones de pesos. Estos fueron acordados por el gobernador Juan Schiaretti en el 2006, cuando re-renegoció el contrato con su famosa “Addenda”.

  • A pesar de duplicar su tarifa, no invertir, recibir millonarios subsidios, desde hace años, Aguas Cordobesas no le paga a la provincia el canon por la explotación del servicio. Este ronda los 10 millones de dólares anuales y fue establecido en el contrato original firmado por Mestre en los ´90.

  • La instalación de los medidores, según el contrato original, debía estar a cargo de la empresa concesionaria, no de los usuarios. Nuevamente, esta transferencia de obligaciones, fueron autorizadas por el actual gobernador Schiaretti en su “Addenda” al contrato. Este punto tiene un agravante: la instalación de los medidores, según La Voz del Interior, fue cotizada por Aguas Cordobesas en unos 405 pesos mas IVA; cuando en el mercado los medidores apenas salen 150, y cuando incluso hay, según el legislador  vecinalista José Maiocco, unos chinos a 36 pesos.  

Seguramente, si Adrián Simioni hubiera mencionado alguno de estos hechos, quizás le hubiera sido más difícil convencer a sus lectores a que acepten éste incremento tarifarlo. Aun así,  su actitud no debe sorprender a nadie. Responde a las clásicas tretas del periodismo contemporáneo que básicamente consiste en esconderle a sus lectores o audiencias, toda aquella información que le resulte vital para comprender la compleja realidad que nos rodea.  

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